Gracias a la prueba del antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), la mayoría de los cánceres de próstata ahora se detectan antes de que ocasionen síntomas.
Dificultad para comenzar a orinar (retraso o comienzo lento del chorro urinario)
Goteo posmiccional, en especial, inmediatamente después de orinar
Retención urinaria
Dolor al orinar
Dolor al eyacular
Lumbago
Dolor con la defecación
Otros síntomas que pueden ocurrir con esta enfermedad:
Micción excesiva en la noche
Escape de orina (incontinencia)
Dolor o sensibilidad en los huesos
Sangre en la orina (hematuria)
Dolor abdominal
Bajo conteo de glóbulos rojos (anemia)
Pérdida de peso involuntaria
Letargo
Pruebas y exámenes:
Se pueden llevar a cabo muchos exámenes para diagnosticar el cáncer de próstata.
El examen del antígeno prostático específico (puede estar elevado, aunque el agrandamiento no canceroso de la próstata también puede incrementar los niveles de PSA).
PSA libre (puede ayudar a diferenciar entre la HPB y el cáncer de próstata).
AMACR (un examen más nuevo que es más sensible que el examen del PSA para determinar el cáncer de próstata)
Análisis de orina (puede revelar sangre en la orina).
Examen del líquido prostático o de la orina (puede revelar células atípicas).
La biopsia de la próstata es el único examen que puede confirmar el diagnóstico.
Se pueden hacer los siguientes exámenes para determinar si el cáncer se ha diseminado:
Tomografía computarizada
Gammagrafía ósea
Radiografía del tórax
Los médicos usan un sistema llamado estadificación para describir qué tan lejos ha llegado el cáncer. El tamaño del tumor y qué tanto se haya propagado el cáncer por fuera de la próstata determinan la fase. Identificar la fase correcta puede ayudar al médico a recomendar el mejor tratamiento.
Hay varias maneras diferentes de clasificar los tumores, incluyendo:
Sistema de estadificación A-B-C-D, también conocido como el sistema de Whitmore-Jewett
El grado de un tumor describe qué tan agresivo podría ser un cáncer.